del viento,
y la inclemente huella de la lluvia
y la profundísima fuerza del sol.
y la inclemente huella de la lluvia
y la profundísima fuerza del sol.
Muero por ser la mano insondable
que acantile las palabras del verso
y soplarte. Iluminarte.
Lloverte poema; lloverte despacio.
Me encanta la expresión "acantilar palabras". Aunque yo pienso que tú "enfaras palabras", llenándolas de esa luz que guía a los lectores por el mar de tus poema...con la cercanía de lo entendible!
ResponderEliminarErosionar el verso
ResponderEliminares
justamente
eso que decía Federico:
"Rondar las cosas del otro lado";
y eso es
exactamente
lo que tú haces, poeta.
Doc